sábado, 25 de septiembre de 2010

Cándido Méndez es un habitual de los restaurantes de lujo de Madrid y Valladolid

Frecuenta el exclusivo Villa Magna y Tse Yang, en Madrid, y El Torreón, en Tordesillas. La plana mayor de los sindicatos ultimaron los detalles de la huelga en El Chaflán.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, tiene un paladar sibarita. A diferencia de la mayoría de trabajadores, que comen menús de 10 euros, Méndez recala “cualquier día de la semana” por restaurantes donde la degustación diaria supera los 60.
Según ha podido saber LA GACETA, el sindicalista es “cliente asiduo” del Villa Magna y el Tse Yang, dos de los cuatro restaurantes del lujoso Hotel Villa Magna, de Madrid, en el que se alojan durante su estancia en la capital personajes tan dispares como el príncipe de Brunei o Hugo Chávez.
El maître del restaurante Villa Magna ha confirmado a este periódico que "Cándido Méndez es cliente de la casa desde hace años. Viene con bastante frecuencia. La última vez que estuvo aquí fue hace un par de semanas. Celebró un evento familiar, creo que un cumpleaños, y se reunieron cerca de 20 personas". En este restaurante Méndez toma el Gourmet Buffet, formado por especialidades frías como crustáceos, mariscos, sushi, ensaladas, cremas o quesos y platos calientes a base de carnes y pescados. Cuando en vez de comer acude a cenar, elige entre la amplia variedad de platos clásicos con un toque del siglo XXI que conforman la carta.
Cuando a Cándido Méndez le apetece tomar comida cantonesa acude al restaurante Tse Yang, que al igual que el Villa Magna se encuentra en la Planta Noble de este hotel. La especialidad de este espacio culinario es el Dim Sum, formado por una variedad de bollos y enrollados de arroz que contienen carne, verdura o pescado. Como ha revelado a este diario el jefe de comedor del restaurante, otros clientes asiduos del Tse Yang son las parejas Iker Casillas y Sara Carbonero y Javier Bardem y Penélope Cruz.
Cabe también destacar que la huelga de funcionarios del pasado 16 de junio en protesta por los recortes que Zapatero había anunciado la fraguaron Méndez y el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, en torno a una mesa de uno de los restaurantes de este hotel.
Otro de los locales que frecuenta es el exclusivo El Torreón, un clásico de la cocina de Castilla y León, en Tordesillas (Valladolid). “Viene aquí cada vez que tiene algún acto oficial por el norte de España. Eso es cada dos o tres meses”, explica el propietario del asador turresilano, Jeremías de Lozar.
Quienes han sido testigos de varias comidas del sindicalista detallan que “Méndez paga la cuenta de quienes le acompañan” y que “siempre acude con un séquito formado por 3 o 4 personas. Es el secretario general de UGT quien pide la cuenta y la abona con su tarjeta de crédito”. Se desconoce si la tarjeta usada es personal o de su organización.

60 euros la botella

“Entre los platos que suele pedir en El Torreón se encuentran las anchoas con queso de Burgos, el lechazo a la parrilla, el steak tartare y carne roja, cuya forma de aderezar se ha convertido en un rito”. Y es que Jeremías de Lozar lanza al plato una lluvia de perdigones de sal desde una distancia de dos o tres metros, un gesto con el que hace las delicias de sus comensales. Otro de los manjares preferidos por Cándido Méndez en El Torreón es el foie a la plancha con salsa de oporto y pasas, típico de la casa.
Este diario ha tenido acceso a la carta de precios de El Torreón y una bandeja para cuatro comensales del foie que tanto le gusta a Méndez cuesta 36 euros; una con dos chuletones, 75 euros; una fuente con media ración de anchoas 12 euros y un carpacio con foie, 36 euros.
Según aseguran las mismas fuentes, “el sindicalista riega los platos con los vinos más caros de la carta”. El precio medio de la botella en este local supera los 60 euros. En su bodega destacan, además de caldos españoles, botellas borgoñonas y bordelesas con añadas difíciles de encontrar. También dicen que “en su sobremesa no falta el destilado de vino Alquira”, que De Lozar elabora.

Blanco y Zapatero

Otros clientes de El Torreón son el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro de Fomento, José Blanco y varios trabajadores de la Junta de Castilla y León. Si bien Zapatero fue cliente asiduo cuando ostentaba la Secretaría general del PSOE de León, desde que es presidente del Ejecutivo ha habido un distanciamiento entre el empresario y el político hasta el punto de negarle una mesa alegando que el local estaba lleno. Por su parte, Blanco “espanta con su presencia a los comensales diarios del restaurante. La última vez que coincidí con él fue en mayo. Varios ministros se desplazaron a Tordesillas a festejar un cumpleaños”, cuentan fuentes de León, que habitualmente se escapan a El Torreón a comer. Al igual que Méndez invita a sus acompañantes y paga con visa.
Estos dispendios de los representantes de los trabajadores no son una novedad. Hay otros sindicalistas a los que también se les conocen estos usos de nuevo burgués. Éste es el caso del secretario de Innovación e Industria de la Comisión Ejecutiva Confederal, Patxi San Juan. Como publicó este periódico, San Juan cenó en octubre de 2009 en El Bulli, el mejor restaurante del mundo y uno de los más caros, que se encuentra en el paraje de la Cala Montjoi, en Rosas (Gerona). El menú de degustación en este templo del chef Ferrán Adriá cuesta de media 300 euros por persona. La justificación de Patxi San Juan a este diario, que le fotografió a su salida del ágape, fue: “Uno tiene sus pequeños placeres”.
Además, según ha conocido LA GACETA a través de fuentes próximas al elitista restaurante El Chaflán, situado en el Hotel Aristos de Madrid, “altos dirigentes sindicales comieron aquí el pasado 8 de junio, cuando tuvo lugar el ensayo de la huelga general, convocada para el 29 de septiembre. Es lamentable que con la crisis que hay los líderes no se priven de nada. Luego se dan golpes de pecho en Rodiezmo o convocan la huelga del 29-S. Con su proceder dejan claro que en sus mensajes de solidarización con los obreros sólo venden humo”, denuncia un ex sindicalista.









 

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